El expresidente electo Donald Trump enfrenta un duro revés político tras el anuncio de Matt Gaetz de retirar su candidatura para el cargo de fiscal general. Gaetz, un controvertido excongresista conocido por su lealtad a Trump y su rol clave en movimientos radicales dentro del Partido Republicano, tomó la decisión en medio de crecientes críticas y cuestionamientos a su historial personal y político.
Razones del Retiro
Gaetz citó que su confirmación se había convertido en una «distracción innecesaria» para la transición gubernamental liderada por Trump. Este giro se da después de que el Comité de Ética de la Cámara de Representantes revelara detalles de acusaciones en su contra, incluyendo supuestos encuentros sexuales con una menor en 2017, un caso que había sido archivado previamente por el Departamento de Justicia.
El excongresista agradeció a Trump por su confianza y prometió seguir apoyando su agenda política, mientras el expresidente expresó su pesar en redes sociales, elogiando a Gaetz como un político con un «gran futuro».
Implicaciones para Trump
Este escándalo subraya los desafíos que enfrenta Trump en el proceso de selección de su gabinete. Varios de sus nominados, como Robert F. Kennedy Jr. y Pete Hegseth, también están bajo el escrutinio público por acusaciones controvertidas. Estas situaciones evidencian problemas en el «vetting» o proceso de revisión de antecedentes, que tradicionalmente busca evitar que los nominados tengan aspectos problemáticos en su historial.
Un Futuro Político en Tensión
La renuncia de Gaetz deja a Trump sin uno de sus aliados más incondicionales para un cargo clave. Además, pone de manifiesto las fracturas internas del Partido Republicano, que aún lidia con las consecuencias de los movimientos más extremos promovidos por figuras como Gaetz.