El expresidente de Bolivia, Evo Morales, emitió duras acusaciones contra el expresidente estadounidense Donald Trump, señalándolo como el principal financiador de lo que él define como un «golpe de Estado» en Bolivia durante los acontecimientos que llevaron a su renuncia en 2019. Morales afirmó que Trump respaldó directamente a sectores que facilitaron su salida del poder, y criticó al actual presidente de Bolivia, Luis Arce, por felicitar al exmandatario estadounidense tras su reciente victoria electoral.
Contexto histórico y político
El golpe de 2019 según Morales
Morales había iniciado su cuarto mandato presidencial tras unas elecciones cuestionadas por presuntas irregularidades. Estas tensiones desataron protestas masivas y presiones por parte de sectores políticos, militares y sociales, lo que derivó en su renuncia.
En ese contexto, Morales huyó a México y luego a Argentina, denunciando un golpe orquestado con apoyo internacional, particularmente de Estados Unidos.
Distanciamiento con Luis Arce
Aunque Luis Arce fue respaldado por Morales para asumir la presidencia en 2020, las relaciones entre ambos se deterioraron. Morales acusa a Arce de conspirar para marginarlo políticamente, mientras que Arce ha insinuado que Morales busca desestabilizar su gobierno y retomar el poder.
Problemas judiciales y políticos de Morales
Actualmente, Morales enfrenta decisiones judiciales que lo inhabilitan para postularse nuevamente como candidato presidencial. Además, está implicado en investigaciones por presuntos delitos como trata de personas y estupro. Estas acusaciones han intensificado la división dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que Morales lideró por casi tres décadas.
Tensión regional e internacional
Morales asegura que Estados Unidos, bajo la administración Trump, ha interferido repetidamente en la política latinoamericana, apoyando golpes de Estado y desestabilizando gobiernos de izquierda. Señala como prueba el respaldo que percibe hacia el gobierno de Arce.
La pugna entre Arce y Morales refleja una fractura interna en el MAS, lo que podría tener implicaciones significativas para el panorama político boliviano en las próximas elecciones.
Impacto nacional
La división política ha exacerbado la crisis económica en Bolivia, marcada por la escasez de dólares, problemas en el abastecimiento de combustible y un clima de inestabilidad política.
Los sectores afines a Morales han llevado a cabo bloqueos y protestas para exigir su habilitación política y presionar al gobierno por soluciones económicas.
Las acusaciones de Morales contra Trump, sumadas a la tensión interna en el MAS, reflejan una compleja lucha de poder que podría redefinir el panorama político boliviano. La crisis institucional, las pugnas internas y los retos económicos representan un escenario desafiante tanto para el gobierno de Arce como para el futuro de Morales y su movimiento político.
